Recuerdo hace unos meses llegar a la habitación de mi madre, frustrada y decirle que no tenía trabajo. Ella me miró a los ojos y me dijo: “Claro que tienes.” Y así era, pero no me daba cuenta, estaba enfocada en lo negativo, como la pandemia. Sin embargo, ya hacía como 3 meses que tenía ese trabajo y no lo apreciaba. Como es un trabajo en el cual no tengo que madrugar (a menos que quiera) e ir a otro sitio a realizarlo (a menos que sea necesario), no lo veía como un trabajo. De igual manera, a veces nos sucede con todo lo que tenemos y lo que ya estamos en proceso de tener, no lo valoramos; pues podemos pensar que no es lo que esperábamos o no reflexionamos. Por eso siempre recalco en que debemos reflexionar, para así darnos cuenta de lo que tenemos, ser agradecidos y tomar acción (si es necesario) para lograr las metas. También les he contado de lo bonito que es tener alguien de confianza con quien hablar y nos pueda apoyar, como en mi caso fue y es mi madre.
Los tiempos buenos ocurren todo el tiempo, literalmente, solo tenemos que estar atentos. Por eso les voy a enumerar varios componentes que nos ayudan a ver lo bueno en cada instante.
Ser agradecido.
Reflexionar
Tener un diario.
Hablar con alguien de confianza.
Tomar tiempo para estar relajados, pues si estamos con estrés no podemos ver las situaciones con claridad.
Estos componentes me han funcionado y sé que a ustedes les pueden ayudar. Lo importante es enfocarnos en lo positivo. Como dije hace unos días en una historia de Instagram, el cuerpo se puede enfermar por generar pensamientos negativos. Sin embargo, si tenemos pensamientos positivos podemos sanar y realizar nuestras metas. Porque los tiempos buenos siempre llegan, así que seamos agradecidos.
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