La vida se nos va entre lo que perdemos y lo que ganamos. Desde niños nos enseñan a competir, competimos en deportes, arte y en hasta como nos vestimos. Es excelente que los niños hagan actividades extracurriculares, pero hay que enseñarles que lo importante es disfrutar, aprender y compartir con los demás. No siempre se gana pero siempre se aprende y que no te den un premio no te hace menos. También deben saber que no se pueden comparar con los demás porque cada uno somos personas distintas y eso es lo que nos hace únicos.
En esta generación se ve más la competencia ya que las redes sociales influencian, ahora compiten por quien tiene más "likes" o más seguidores. "Si aquel artista lo hace yo también lo tengo que hacer, si sale un reto nuevo hay que hacerlo, si no le dan like a la foto no soy linda".. y en eso se va la vida de los jóvenes. Lo peor es que los adultos parece que no se dan cuenta y de alguna manera lo patrocinan. Ves como critican aquella porque bailo peor que la otra y hasta le hacen memes menospreciando o burlándose y un sin fin de situaciones. Cuando se supone que las redes sociales sean para comunicarse y divertirse de una manera sana, sin hacer daño a nadie.
La verdadera competencia debe ser con uno mismo. Cada día debemos superar nuestros miedos, salir de nuestra comodidad, aceptar los retos y ser mejor persona. De eso debe tratar la vida, de mejorar como seres humanos, no en lo material o en lo vano, sino en aumentar nuestras fortalezas y conocer nuestras debilidades para trabajar con ellas. Es mejor alcanzar nuestras propias metas, aquello que en realidad nos apasiona, que seguir los estándares de la sociedad. Claro, siempre habrá alguien que no esté de acuerdo o que critique, pero nosotros debemos demostrar de lo que somos capaces. Vinimos a este mundo a ser felices, no a sufrir por comentarios o por personas negativas que quieren opacarnos. Así que disfruta cada momento y compite sólo contigo mismo para alcanzar todo lo que te propongas.
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