Ir al contenido principal

Una derrota no es el final

Estamos hechos de sueños, de eso no cabe duda. Nuestras metas y anhelos son los que nos motivan a continuar. Los que dirigen nuestro camino. Ya que por nuestras metas hacemos todo. Las ponemos en orden de prioridad y de ahí parten nuestras acciones. Esto lo podemos hacer consciente o inconscientemente. Si nuestra meta es tener una familia y que nuestra familia esté bien pasaremos más tiempo con ellos o tendremos tiempo de calidad con ellos. Si son los estudios o el trabajo nos dedicaremos a aprender y a buscar métodos sobre cómo mejorar y realizar una buena labor.

Pero qué sucede cuando las cosas no salen como esperamos, cuando enfrentamos dificultades y no sabemos qué hacer. Ese es el momento más difícil porque cuando tenemos una meta creemos que todo nos saldrá bien y la realidad es que no siempre es así. Recuerdo que cuando estaba en escuela elemental yo era muy buena en todas las materias, hasta en matemáticas. Mi primer examen de matemáticas de cuarto grado, era complicado pero me sentía lista porque había estudiado. Cuando entregan las notas, no lo pude creer, tuve mi primera F. Así como lo escuchan. Y creo que de ahí comenzó el miedo por las matemáticas. Cómo era posible, si me había preparado, siempre estaba atenta en clase, como pude haber fallado. Pero así fue, esa fue mi primera gran derrota académica. Hasta que me dí cuenta que mi intelecto no era el problema, era el miedo que esa experiencia me había producido. Tuve años de grandes luchas hasta que pude vencer mi miedo y volver a sacar A en matemáticas.

Y así en otros aspectos de nuestra vida tenemos derrotas que nos paralizan y que aunque demos el máximo no nos damos cuenta que nos han marcado. Por eso tenemos que trabajar con esa experiencia pasada y con nuestros pensamientos. Una derrota debe ser un aprendizaje no una manera de estancarnos. La derrota también puede decirnos que no vamos por el camino correcto, que debemos cambiar los métodos o las estrategias. Lo que nunca debemos hacer ante una derrota es rendirnos. No podemos caer y no levantarnos. Al contrario, debemos levantarnos con más fuerza y continuar la búsqueda hasta que logremos nuestro objetivo. Es normal que al principio tengamos  frustración y tristeza pero lo importante es no quedarnos así. Por eso es que nos cuestionamos qué hicimos mal o que no hicimos, eso es parte de nuestro aprendizaje y para nuestra evolución. También es importante no juzgar ni forzar si somos cercanos a alguien que está pasando por una situación similar. Al contrario debemos servir de apoyo a nuestros amigos y familiares, ayudarlos en el proceso y guiarlos cuando no saben qué hacer y la frustración no les permite seguir adelante. Por eso es importante tener un buen grupo de apoyo que estén para nosotros cuando no sabemos qué hacer. Así que continuemos, porque una derrota no es el final, sino el principio de un nuevo comienzo que nos acerca a la meta.  


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Regresando al primer amor

¿Quién no recuerda su primer amor? Esa vez que se enamoraron como nunca. Cuando veían pajaritos y sentían mariposas. La verdad es que son momentos que no se olvidan. Aunque puede que con el tiempo no nos sintamos igual. El enamoramiento dura aproximadamente 4 meses, según los científicos. Por eso puede que después de un tiempo pensemos que el amor se acabó y la realidad es que luego de esos 4 meses es que podemos ver las cosas como son. Ya que nuestro cerebro sale del “embrujo” causado por el enamoramiento. Y si en realidad amas a la persona seguirás a su lado. Así mismo nos sucede con todas las áreas de la vida. Al principio todo es color de rosa, pero cuando va pasando el tiempo y caemos en la rutina podemos pensar que ya no nos gusta nuestro trabajo, que queremos otro pasatiempo o hasta un cambio de look. Y es normal que nos invada el aburrimiento, pero si comenzaste con una meta fue por algo. En las últimas semanas me invadió el cansancio y quería que llegaran las vacacione

Las princesas pueden ser lo que ellas quieran

Para nada inspirada Como en un cuento de hadas Pero sin el príncipe azul Vistiendo su mejor gala Como siempre motivada Dando su mejor cara Aunque le cueste Zapato olvidado Sueño anhelado No vive en un bosque Pero sí es princesa Sin castillo Pero con armadura Aunque anda Nada inspirada Escritora por pasión Profesora por elección Princesa de corazón Motivadora de vocación Aunque diga que no Ella siempre es inspiración En su corazón Con su mente Siempre presente Porque las princesas También pueden ser Lo que ellas quieran  Estos versos se los puedes dedicar a tu hija, a una amiga o a ti misma. Llenos de empoderamiento y motivación para mujeres que no se rinden y son ellas mismas. 💖🦋 

Escucha activa: La clave para llegar al corazón

La comunicación es la base de cualquier relación. Sin una comunicación efectiva no podemos tener una buena relación sea laboral, familiar o de pareja. Pero más que la comunicación, la escucha activa es de gran importancia. La escucha activa es cuando prestamos atención al escuchar y no solo a las palabras, sino también a los gestos y acciones mientras se lleva a cabo la comunicación. Si practicamos la escucha activa nos podemos dar cuenta de la verdad detrás de las palabras. Por ejemplo, a veces decimos que estamos bien pero realmente no es así. Tal vez puedas percibir eso a simple vista en alguien que conoces, pero también lo puedes hacer con los demás. Porque si al contestar su tono de voz, gestos y su físico indican lo contrario ahí te darás cuenta de la incongruencia. Más que ser observadores debemos poder empatizar a través de la comunicación. Y eso es algo que también podemos lograr a través de la escucha activa, porque si prestamos la atención suficiente podemos identi