Existe una Isla llena de letras y magia pero con el tiempo había comenzado a perder su peculiaridad. Cuatro de sus habitantes tendrían la posibilidad de devolverle la magia. Ellos eran Bartolomeo, Penélope, Atenea y Jonás. Bartolomeo era un joven tenaz y calculador. Penélope era audaz y confiada. Por su parte, Atenea era valiente y decidida y Jonás callado pero intrépido. Ellos tenían algo en común, les apasionaba leer y más aún escribir, sin saberlo esa pasión sería la que los uniría.
Cada año en la Isla se organizaba un festival de literatura. El festival era típico ya que la Isla se caracterizaba por tener grandes poetas, compositores y escritores. Ese año el festival tendría un concurso donde se le daría un premio a la persona que dijera la mejor rima. Los jóvenes iban a asistir al festival, o mejor dicho a la travesía que los uniría. Cuando se vieron por primera vez no imaginaron que iban a ser un gran equipo. Coincidieron en algunas de las actividades. Penélope y Atenea se encontraron en el área de libros de ficción. Comenzaron hablar de los libros y de los autores y se dieron cuenta que les gustaban los mismos, así que siguieron juntas en las demás actividades. Jonás y Bartolomeo ya se conocían porque acostumbraban ir todos los años, pero lo que no sabían era que ese año sería diferente. El ambiente se sentía pesado y extraño.
Los cuatro lectores coincidieron en una de las actividades sobre escritura libre. Los chicos tomaron asiento cerca de ellas y les llamó la atención lo atentas y creativas que eran, pues comentaban sobre el taller y cuando toco hacer una dinámica ellas estuvieron dispuestas a participar. Cuando salieron de la actividad las chicas decidieron ir a tomar un refresco y allí coincidieron nuevamente. Jonás y Bartolomeo se acercaron a felicitarlas ya que en la dinámica se habían destacado.
Bartolomeo les preguntó si iban a participar en el concurso de rimas.
Atenea - Lo pensé pero no voy a participar.
Penélope - Se me hizo tarde, cuando me enteré ya habían cerrado las inscripciones.
Bartolomeo - Yo le dije a Jonás que participara porque el hace rimas muy buenas pero no quiso.
Jonás - Na’, eso no es pa’ mi. No me imagino en la tarima exponiendo mis rimas en público.
Los chicos continuaron hablando, tanto así que se les pasó el tiempo y perdieron la próxima actividad. La verdad fue que tuvieron mucha química, parecía que se conocían de toda la vida.
De momento escucharon un estruendo que parecía venir de la tarima principal. En el festival siempre ocurrían momentos mágicos, pero esta vez era distinto, no era magia, era terror. La gente comenzó a correr para esconderse, se veían los libros tirados en el suelo y había mucho humo. Los 4 intrépidos decidieron ir a ver qué ocurría. Mientras intentaban pasar entre las personas pudieron ver que en la tarima había una mujer. Se veía imponente y con ella traía la destrucción. La tarima estaba rodeada por hombres enmascarados.
De repente la mujer comenzó hablar.
- La Isla no es como antes y en este festival queda demostrado. Es el año con menor asistencia y sólo se han inscrito 3 personas en el concurso de rimas. ¿Y dónde están? JAJAJAJA. Ya huyeron. Es un pueblo con miedo y yo he tomado el control.
En ese momento los chicos se miraron. En sus miradas se reflejaba el miedo pero por otro lado sentían que tenían que hacer algo al respecto.
Penélope tomó la delantera.
-No podemos permitir que esa mujer tome el control y destruya la Isla. Ella debe ser Andrómeda, cuando la Isla comenzó con el festival ella no estuvo de acuerdo, pues detesta que las personas se expresen. Fue expulsada de la Isla ya que las personas no estuvieron de acuerdo con ella. Intento en el segundo festival hacer un atentado pero los escritores lograron detenerla. Desde ese momento es que el festival se convirtió en uno mágico y las letras formaron una parte importante. Las personas se dieron cuenta que sus palabras eran valiosas y si creían en su poder podían vencer. Bueno, eso me contó mi abuelo.
Luego de terminar de hablar Penélope caminó hacia la tarima.
- Definitivamente hay que detenerla. Dijo Penélope
Atenea la acompañó, pues sabía también del relato y conocía el poder de las palabras. Los chicos se quedaron atrás pero Bartolomeo motivó a Jonás.
- No las podemos dejar solas, ellas tienen razón y podemos ayudar a parar la destrucción.
Jonás dudó pero los acompañó.
Penélope le dijo a la señora - ¿Qué quiere? Nosotros estamos listos para enfrentarla.
Andrómeda - No me digas, si esta generación parece no estar lista para nada.
Atenea - Yo sí, díganos que es necesario hacer para que esto acabe.
Andrómeda: - Pues rimen, hagan una rima que mueva la Isla, que renueve la magia, si pueden…
Los chicos se miraron con un poco de miedo pero en su interior sabían que lo podían lograr.
Andrómeda - Les doy una hora porque parece que están perdidos. jajajaja. A ver si pueden. Sino yo al fin tomaré el control de MI Isla.
Los chicos se juntaron. Bartolomeo dijo que sí se podía.
- Está en nuestra sangre. Somos parte de generaciones de poetas y escritores. Si estamos aquí es porque nos apasionan las letras.
Entre miradas comenzaron a planificar las rimas mientras se llenaban de fuerza y la magia de las letras los cubría. Antes de la hora regresaron a la tarima.
Andrómeda - Vaya, vaya, ya regresaron.. ¿A ver que tienen los 4 fantásticos? Penélope - Tengo coraza, una muy fuerte que no permitirá que la Isla quede en llamas.
Atenea: - Tengo pasión el mismo que parará la destrucción.
Andrómeda: - Ajá, con que detendrán lo que acontecerá.. Eso no es suficiente.
Antes de que terminara de hablar Jonás alzó la voz
- Somos de aquí, picamos más que el ají. Nacimos para vencer y tener el placer de verte perder. Letras y poetas que encienden la brecha. Mi mecha es corta pues no hay derrota. Solo a ti te veremos partir, porque aquí no hay destrucción, ni demolición que acabe con mi país.
Bartolomeo continuó - Dejamos el miedo a un lado porque sin reparo haremos que la Isla vuelva a ser lo que era. Contra viento y marea nos levantaremos porque la Isla siempre será nuestra.
Siguió Penélope: - Fuerza, pasión y honestidad es lo que se necesita para construir un mejor país. Desde las rimas hasta las letras no hay mejor poeta que el que se para en la brecha. Aquel que lucha y el miedo no lo vence porque está decidido a ganar la pelea.
Y por último Atenea retomó: -Tenemos el valor de enfrentarte pues estamos decididos a destronarte. Con arte y educación vamos a recuperar el país que está en destrucción. Pues no hay nada mejor que la acción.
Hubo un momento de silencio, todos se detuvieron, se miraron y algo los llenó de fuerza, como una llama que los invitó a la unión. El pueblo entero decidió rimar, con fuerza y en unisón.
- Rima pa’ ti, rima pa’ mi. Rima para construir un mejor país. Mira que las palabras tienen magia y yo vengo a demostrar que no es falacia.
Luego se atrincheraron en la tarima principal y en ese momento Andrómeda voló, los hombres que estaban con ella huyeron y la magia volvió con todo su esplendor. Al fin la Isla volvió a ser lo que era, una donde reinaban las letras y los poetas.
Enseñanza: A veces tienen que ocurrir grandes acontecimientos para resaltar nuestras mejores cualidades o para que todo vuelva a ser como era antes. No podemos permitir que nuestras tradiciones mueran ni que nuestras voces se dejen de escuchar.
“Quedó demostrado que las palabras tienen poder y que cuando nos unimos grandes cosas pueden ocurrir.” ABJP
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