Es importante concienciar sobre la salud mental, ya que no sabemos quien a nuestro alrededor esté pasando por algo similar o si nosotros mismos nos estamos enfrentando a una condición y no lo sabemos. 260 millones de personas en el mundo tienen un trastorno de ansiedad, esto según los datos de la Organización Mundial de la Salud. 1 de cada 4 puertorriqueños también padece de esta condición. Hace 1 año comencé a sentir como si tuviera algún padecimiento de salud, mi doctora pensaba que podía ser tiroides o falta de alguna vitamina, porque me daba mucho cansancio, no me podía concentrar, ni realizar mis tareas diarias con normalidad. Sentía que ya no era la misma, pero con el tiempo me di cuenta de lo que realmente era. Yo soy una de los 260 millones.
Para mi la ansiedad es perderte de pronto. Quedarte en suspenso y no saber qué hacer porque no puedes concentrarte. Es tener miedo por lo que puede suceder, pensar que algo negativo puede pasar. Querer dejar lo que más quieres porque temes no ser suficiente. Es como un temblor que ocurre de repente, llega y te desconcierta, te inunda de lágrimas y dolor. Es como si algo dentro de ti se quebrara y mayormente ocurre de la nada o sin razón aparente. Son cambios de humores, tristeza o coraje repentino. Es asustarse por nada y querer huir del bullicio porque no soportas tanto ruido. Dejar de hacer algo porque le das vueltas y vueltas y llega el punto que no crees que puedas hacerlo. Es poner excusas porque piensas que no te van a entender. A veces es no querer hacer nada, pero otras veces es querer hacer todo de cantazo. También es perder la paciencia o tener poca.
La ansiedad también te convierte en guerrero, hace que luches contra todo y saques fuerzas que creías no tener. Es lograr lo que creías imposible. Además es tener que conocerte para luchar contra ella, saber que te hace bien y que no. Llevar al máximo tus fortalezas o virtudes, hacer lo que te apasiona y te da paz. Es ser valiente y cada día tomar la decisión más acertada para continuar. La ansiedad puede ser todo esto, pero tu puedes ser más. Lo importante es reconocer lo que sientes para trabajar con ello. Si te sientes así no dudes en decirle a alguien de confianza para que te apoye en el camino y buscar un psicólogo para que te guíe en el proceso. Porque la batalla contra la ansiedad sí se puede ganar.
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