Otra vez tuve esa horrible pesadilla. Estaba en un bosque, había luna llena y un lobo me perseguía. Todo eso mientras escuchaba una voz que decía: "Encontrarás el amor verdadero." Me desperté agitada, aunque han pasado 10 años, jamás me he acostumbrado a esta pesadilla y a vivir sin contacto. Sí, yo soy una pesadilla. Todo lo que amo lo destruyo, se convierte en piedra. Cuando tenía 15 años y por una apuesta de los que eran mis amigos, robé un rubí de casa de una vecina. Todos decían que estaba maldito y así fue. Cuando llegué a mi casa perdí a mis padres al abrazarlos. No podía entender, pero me fui huyendo, tenía miedo. Me resolví la vida como pude, me cambie el nombre, un poco mi físico y me arrepentí de haber robado ese rubí. Mi vida en estos 10 años ha sido horrible. Cuando cumplí los 18 me enamoré por primera vez, nos besamos y pensé que ya podía haber pasado, pero no fue así. Por eso no me involucro con nadie.
•••
Voy a volver a estudiar, pero esta vez sin unirme sentimentalmente con nadie. Sin embargo, a veces sin que uno se de cuenta ni lo quiera el pasado regresa. Y justo cuando iba a tomar el tren me encontró.
-Hola, soy Javier
-Hola
Contesté sin sonreír y me retire. Detesto que me hagan conversaciones en la calle. No hablo con extraños.
Pero la vida insistió, justo cuando entraba al hotel lo volví a ver, pero así mismo esquive su mirada. Sólo deseaba encontrar un lugar donde vivir y que jamás me lo cruzara, porque no me daba buena espina.
Pasaron 2 semanas y no lo volví a ver, pero ¿por qué pensaba en el? Al parecer sus ojos café y su dulce voz cavaron en mi corazón. Pero no, debo resistir, yo no soy buena para esto.
Hoy comienzo en la universidad, espero que esta vez sí la pueda terminar. Pero que suerte la mía, cuando entro al salón de economía y me lo encuentro.
Javier, ha intentado buscarme la vuelta durante este mes, pero yo me he resistido. Es guapo, alto, atlético y con la piel tostada por el sol.
Caminando por la biblioteca me tropiezo y caigo arrodillada.
-¿Estás bien?
-Sí
Grité antes de que me tocara.
-Hey, no se porque eres así, pero sólo te quería ayudar.
-Gracias, pero estoy bien.
Me retiré, pero intentando no ser maleducada. Ese no sería nuestro último encuentro en la biblioteca. El profesor nos asignó hacer un trabajo en pareja y por mala suerte, me tocó el.
La verdad nos comenzamos a llevar muy bien, pero yo sabía que eso no estaba bien. Yo estoy destinada a estar sola. No puedo hacerle daño a nadie.
Entregamos el trabajo y los compañeros querían ir a celebrar a casa de una de las chicas. Me decidí a ir, tampoco podía pasar mi vida encerrada. Al menos me tenía que divertir. Cuando salí vi la luna llena. Llegué a su casa, vivía cerca de un bosque. Esa noche sentía una energía especial. Durante la fiesta, decidí salir a caminar, siempre me gustó caminar de noche.
Sentía que me estaban siguiendo y así fue, era él. Hablamos un rato de la universidad, me habló de él y yo le hablé de mis gustos y lo mucho que me apasiona poder aportar a la vida de los demás a través de lo que escribo, por eso estudió comunicaciones. El me miró a los ojos y me dijo que yo le gustaba. Me quedé petrificada y él me besó. Por primera vez en mucho tiempo no sentí miedo y cuando abrí los ojos él no estaba convertido en piedra. Y en ese momento entendí mi sueño. Todo se dio, la luna llena, el bosque y el amor.
•••
Un mes después la policía tocó a mi puerta, me dijeron que los acompañara. Temerosa, los acompañé y cuando llegué a la comisaría encontré la mejor sorpresa. Allí estaban mis padres. No habían muerto. Todos estos años habían estado con un científico, el cual había estudiado su peculiar estado de piedra. Y el día que besé a Javier regresaron. Regresaron todos los que había convertido en piedra, incluyendo a mi primer amor.
CONTINUARÁ...
¿Qué pasó con el rubí?
¿El primer amor?
¿Javier?
¿Los amigos de esa época?
Quédate pendiente para conocer la segunda parte de esta historia. 💎
Comentarios
Publicar un comentario