14/abril/2020
Fue uno de eso días en los cuales uno batalla el triple contra la ansiedad. Por tal razón me fui temprano a la cama, a descansar, porque me sentía agotada, aunque físicamente no había hecho mucho. Entre dormida y despierta comencé a escuchar un helicóptero, subir y bajar, muy cerquita de casa. Pensé que traía a alguien o algo para el alcalde, ya que siempre aterrizan cerca de casa; pero esta vez no fue así. Como 1 hora más tarde me enteré que estaban buscando a un asesino, el cual se batió a tiros con la policía.
En pie de lucha
2 horas más tardes, aún el helicóptero sigue dando vueltas cerca de casa y por todo mi pueblo. Yo me siento más tranquila, pero ahora a la espera de que encuentren al criminal. Algunas versiones dicen que está herido y se esconde cerca de un monte detrás del residencial. Aparentemente todas las entradas del pueblo están cerradas y hay policías por doquier. Esperemos que den resultado pronto y podamos dormir en paz.
En temas personales
Ya no tengo sueño, pero una vez más gané la batalla. Tengo ánimo y ganas de escribir, que bien que me hace. Así que por eso nunca dejemos de batallar, la ansiedad no nos hace menos, nos hace más; fuertes y valientes. Gracias a quienes me apoyan en esta lucha a mi madre y amigos, quienes dan el doble por mi.
Y me ha salvado
Escribir me ha salvado. Es mi escape y libertad en todo este caos. Puedo ser yo, entre letras y rimas. Algunas ardientes, otras inspiradoras. Sin embargo, escribir es mi mundo. Donde puedo vivir sin temor y crear a mi manera.
El final del caos
Casi a la media noche y cuando estaba cogiendo el sueño mi madre me despierta. Atraparon al asesino. Esta noche mi pueblo puede dormir en paz. Esperamos que en este caso como en todos los demás se haga justicia, por todas las víctimas de violencia de género, por todos los inocentes. Mientras yo me calmo y vuelvo a la normalidad fortaleciéndome aún en mi ansiedad.
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